A pesar de vivir en sociedades llenas de prejuicios contra las mujeres, estas pioneras cambiaron el saber humano con sus investigaciones.
Hipatia de Alejandría
Se trata de la primera mujer matemática y astrónoma de la historia cuya obra está documentada. 1.600 años después de su nacimiento -alrededor del año 370 d.C., en Alejandría- su aportación a la ciencia sigue siendo extraordinaria. Gracias a sus escritos han llegado hasta nuestros días tratados matemáticos de la antigüedad. Entre ellos destaca la edición de los ‘Elementos de la Geometría de Euclides’, pues es la que aún se emplea actualmente. También escribió sobre ‘La Aritmética’, de Diofanto -conocido como el padre del álgebra-, un ‘Canon de Astronomía’ o la revisión de ‘Las Tablas Astronómicas’, de Claudio Tolomeo, por citar algunos. Según el filósofo Sinesio de Cirene, mejoró el astrolabio (el instrumento que permite determinar la posición de las estrellas) e inventó un hidrómetro y un hidroscopio. Asimismo, se le atribuye la autoría de un densiómetro, un aerómetro y un aparato para la destilación del agua. Gran oradora, fue profesora de matemáticas tanto de estudiantes paganos como de cristianos. A pesar de su tolerancia, fue acusada de blasfema y anticristiana por el obispo Cirilo, lo que desembocó en su brutal asesinato a manos de una turba de gente.Marie Curie
Maria Salomea Sklodowska (1867-1934), nacida en Varsovia, fue la primera mujer en recibir un premio Nobel y la primera persona en recibir dos. Licenciada en Física y Matemáticas en la Sorbona, dedicó su tesis doctoral a profundizar en la radiación espontánea del uranio a partir de los trabajos previos llevados a cabo por el científico Henri Becquerel. Inició, junto a su marido Pierre Curie, investigaciones en torno a la radiactividad que les llevaron a descubrir el polonio y el radio. En 1911 recibió el Premio Nobel de Física, compartido con su esposo y Becquerel. En 1906 recibió una cátedra en la Sorbona, convirtiéndose así en la primera mujer de Francia en ocupar dicho puesto. En 1911 recibió el Premio Nobel de Química por sus avances en el estudio de la naturaleza y los compuestos del radio.
Henrietta Swan Leavitt
Pionera de la cosmología moderna, la astrónoma americana Henrietta Swan Leavitt (1868-1921) reveló el universo. Tras graduarse, trabajó en “el harén de Pickering” o “las computadoras”, un grupo de mujeres del Observatorio de Harvard liderado por Charles Pickering, cuya ambiciosa misión era la catalogación de cada estrella del firmamento. Fue un trabajo mecánico, infravalorado y mal pagado, pero allí descubrió 2.400 Cefeidas, estrellas variables que brillaban intermitentemente. A partir del hallazgo, estableció la relación entre su luminosidad y los periodos con los que cambiaban el brillo: cuanto más brillante era una estrella, más duraba su pulsación. La ley de Leavitt permitió calcular la distancia a la que se encuentran estrellas y galaxias del planeta Tierra, permitió determinar que el universo se estaba expandiendo y facilitó la comprensión de las escalas cósmicas. También desarrolló un patrón de medidas fotográficas y descubrió cuatro estrellas novas. Aunque su trabajo no fue reconocido en vida, en 1925 fue nominada a título póstumo para el Premio Nobel.
Lise Meitner
Descubrió, junto con Otto Hahn, la fisión nuclear. Sin embargo, la discriminación de género y la persecución racial jugaron en su contra y el Premio Nobel de 1944 reconoció solo el mérito de su compañero de laboratorio. Lise Meiter (1878 - 1968), sueca de origen autriaco, estudió física en Viena y en 1906 obtuvo su doctorado. Posteriormente se trasladó a Berlín, donde midió las longitudes de onda de los rayos gamma. Y lo hizo sin remuneración económica y en un sótano, pues no se permitía la entrada de mujeres en el laboratorio. En 1938, por la anexión de Austria con Alemania, las leyes antisemitas le llevaron a refugiarse en Estocolmo. Meitner y Hahn fueron capaces de fisionar el uranio, descubrimiento que allanó el camino para lograr la liberación de energía atómica, lo que sirvió como base para la construcción posterior de la bomba atómica. Un proyecto en el que la científica se negó a participar. A partir de ese momento, aunque recibió un total de cinco doctorados y varias condecoraciones, nunca más volvió a trabajar sobre la fisión y dedicó su energía al uso pacífico de la energía atómica.
Vera Rubin
La astrónoma norteamericana Vera Cooper Rubin (1928-2016) (la segunda por la izquierda en la imagen) encontró la primera evidencia de materia oscura. Doctorada en la Universidad de Georgetown en 1954 tras muchos sinsabores académicos, dedicó su tesis a esclarecer si las galaxias están distribuidas uniformemente en el Universo. Tras analizar el comportamiento de Andrómeda descubrió que su gran espiral tenía una rotación anómala. A partir de la observación de otros muchos objetos concluyó que esta característica era común a todas las galaxias espirales. De este modo infirió que, transgrediendo las leyes del movimiento de Newton, las estrellas situadas en los bordes se movían con la misma rapidez que las del centro. Se trataba de una materia -hoy sabemos que conforma el 84% del Universo- que no interactúa con la materia común. Tampoco emite luz y solo puede ser deducida a partir de los efectos gravitacionales que sus partículas invisibles generan sobre el movimiento de otras materias, tales como estrellas o galaxias. Los resultados obtenidos por Rubin establecieron la base del estudio a gran escala de la estructura del Universo.
Gracias por éste tipo de información, para que entendamos que tanto mujer u hombre necesita el reconocimiento de lo que inventa. Que cada uno puede darle algo a éste mundo y debe ser reconocido como tal
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